lunes, 3 de enero de 2011

El año en que viviremos peligrosamente

Para España, 2011 se presenta clave para zanjar las dudas de los mercados ante el temor a que se consolide el estancamiento


No hay acuerdo sobre cómo será 2011. Al menos, las ‘bolas de cristal’ de organismos internacionales y nacionales, así como de expertos y nalistas, no parecen ponerse de acuerdo. Y es que la incertidumbre que pesa sobre nuestra economía nos deja a la deriva de los porcentajes sobre cuánto seremos capaces de crecer este año... si es que al final lo somos.
Del optimismo al pesimismo podríamos pasar por todo tipo de avatares, marcados por unos especuladores que aún acechan a la deuda soberana española y que en la última parte de 2010 nos colocaron el sambenito de ser otro «país periférico» más.
Aunque nos perseguirán los ‘ataques’ de los mercados, el cálculo del Gobierno es optimista
al fijar un crecimiento del 1,3%, el doble que la media de las predicciones, que se sitúa en el 0,7%. ¿Más voluntarista que real? El Gobierno confía en sus ajustes y reformas, como la laboral o la del sistema eléctrico, la inminente sobre las pensiones o la reestructuración final del sistema financiero, todo para lograr que la austeridad dé sus frutos en términos de contención del gasto público. Pero, ¿serán suficientes para traer la ‘paz’?
En términos generales, las proyecciones realizadas sobre cómo evolucionará el Producto Interior Bruto (PIB) español en 2011 nos muestran un crecimiento positivo, aunque hay quienes, como el servicio de estudios del Citigroup, nos siguen situando en la recesión con un -0,1%.


EL DIARIO VASCO DINERO Y EMPLEO - 02/01/2011

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